domingo, 16 de noviembre de 2008

La mujer fea

Erase una vez una mujer muy fea. Tan fea , tan fea, que su hija se avergonzaba de ella.
Un día le preguntó...¡mamá...¿tú, porque eres tan fea? a lo que la madre con lagrimas en los ojos contestó. Hija un día cuando tú eras pequeña se incendió la casa, y yo para salvarte me arrojé a las llamas, tuve mucha suerte porque tú salistes ilesa, yo en cambio me quemó el fuego toda la cara por eso estoy así.
La hija al oirla se quedó mirándola, y con lagrimas en los ojos le dijo ¡MAMÁ QUE GUAPA ERES ¡
(Si nos parasemos a ver la belleza interior, sabriamos quien es verdaderamente bello y quien no.)
No es más bello el que lo parece sino el que verdaderamente lo es.