sábado, 20 de marzo de 2010

MADRES MALAS

Hoy he leído un texto que me ha gustado mucho y me ha llamado la atención. Por eso quiero ponerlo en mi blog, por si alguna madre lo lee que aprenda a ser mala madre.

Según un profesor de Ética y Ciudadanía de la escuela de America se la dio a todos sus alumnos para que se la entregasen a sus padres.


La única condición del profesor fue que cada uno de sus alumnos permaneciesen junto a sus padres mientras durase la lectura.
EL texto fue publicado en los diarios del Brasil, tras la estúpida muerte de dos adolescentes de 16 años.

Después de 13 días desaparecidas las madres de las chicas revelaron desconocer la casa donde sus hijas habían ido a pasar el fin de semana.
La tragedia atrapó la opinión pública y el crimen sigue sin resolverse.

<Os amé lo suficiente para no haber quedado callada y haceros saber, aunque no os gustara que aquel nuevo amigo no era buena compañía.

_Os amé lo suficiente para haceros pagar las golosinas que cogisteis del supermercado o las revistas del quiosquero, y haceros decir al dueño:

-Os amé lo suficiente como para haber permanecido en pie, junto a vosotros dos horas, mientras limpiabais vuestro cuarto, tarea que habría hecho yo en 15 minutos.

_Os amé lo suficiente para dejaros ver además del amor que sentía por vosotros, la decepción y también as lágrimas en mis ojos.

_Os amé lo suficiente para dejaros asumir la responsabilidad de vuestras acciones, aún cuando las penalidades eran tan duras que me partían el corazón.


_Y ante todo, os amé lo suficiente para deciros NO, cuando sabía que podríais odiarme.

Por eso (en algunos momentos sé que me odiáis.
Esas eran las batallas más difíciles de todas. Estoy contenta, vencí…¡Porque al final vosotros ganasteis también! Y cualquiera de estos días, cuando mis nietos hayan crecido lo suficiente para entender la lógica que motiva a los padres y madres; cuando ellos os pregunten si su madre era mala, mis hijos les dirán: Si, nuestra madre era muy mala. Era la madre más mala del mundo…Los otros chicos comían golosinas en el desayuno y nosotros teníamos que comer cereales, huevos, y tostadas. Los otros chicos bebían coca cola y comían patatas fritas y helados en el almuerzo y nosotros teníamos que comer arroz, carnes, verduras, y frutas.

Mamá tenía que saber quienes eran nuestros amigos y que hacíamos con ellos.
Insistía en que le dijéramos con quien íbamos a salir, aunque tardásemos una hora. Nos repetía que le dijésemos siempre la verdad.

Y, no sé como conseguía leernos siempre el pensamiento.
¡Nuestra vida si era pesada!
No permitía que nuestros amigos tocaran la bocina para que saliéramos, que bajaran y llamaran a la puerta para que ella los conociera.


Cuando todos podían volver tarde por la noche con 12 años, nosotros tuvimos que esperar hasta los 16 para hacerlo, y aquella madre pesada se levantaba para ver si la fiesta había estado bien (sólo para ver en que estado nos encontrábamos al volver.)


Por culpa de nuestra madre, nos perdimos inmensas experiencias en la adolescencia.
Ninguno de nosotros estuvo envuelto en problemas de droga, robos, acto de vandalismo, violación de propiedad, ni fuimos presos por ningún crimen. TODO FUE POR CULPA DE ELLA.

Ahora que somos adultos honestos y educados, estamos haciendo lo mejor para ser como fue mi madre. Yo creo que este es uno de los males del mundo de hoy: ¡NO HAY SUFICIENTES MADRES MALAS!

Aquellas que son madres, que no se culpen, aquellas serán, ¡que estén alertas! Y, para todos, dad gracias a vuestra madre por ser tan mala.

1 comentario:

Mónica dijo...

Es precioso, Maruja y está lleno de mucha razón, lo pensaré pues yo algún día seré madre, y aún soy hija aunque independiente ya.


Un abrazo